Homenaje a Eduardo Contreras Riquelme:

El periodista Miguel Ángel San Martín nos ha hecho llegar a través del correo electrónico el siguente texto

RECONOCIMIENTO A HIJO DE ÑUBLE EN SANTIAGO

No fue un acto rutilante, ni espectacular. Fue simplemente una sencilla ceremonia que tuvo lugar hace unos días en pleno centro de Santiago. Se trataba de una reunión de la directiva nacional de la Asociación de Empleados Municipales Jubilados de la República que durante años presidió Eduardo Contreras Riquelme, un chillanejo que ahora era objeto de un más que merecido homenaje.
El actual líder de los municipales jubilados del país, Juan Reyes, destacó la trayectoria y méritos del homenajeado, quien se incorporó a esa entidad gremial en 1968 tras jubilar como Secretario Municipal y de la Alcaldía de Chillán. Señaló Reyes la preocupación de su antecesor por obtener el pago de las deudas de carácter provisional que el Estado mantenía con sus agremiados durante años y destacó que fue durante su mandato, por personal perseverancia suya, que se logró adquirir la actual sede de la Asociación ubicada en pleno centro capitalino. Por estas y muchas otras razones relativas a su buen cometido, como se dijo en la ocasión, se procedió a descubrir una placa recordatoria con su nombre en el salón de sesiones.Contreras Riquelme nació en Pinto, pero luego fue vecino durante mucho tiempo de Chillán, en los pabellones de la Escuela Normal frente a la plaza de la Victoria, los llamados de “emergencia” post terremoto del 39 y más tarde en la población de calle Constitución.
Trabajó muchos años en la Municipalidad de Chillán, primero en el Juzgado de Policía Local y más tarde como Secretario Municipal, cargo que compartió con el de Secretario de la Alcaldía. Muchos contemporáneos le recuerdan junto al entonces Alcalde, el doctor Abel Jarpa Vallejos, padre del actual parlamentario, recorriendo los sectores más modestos de la ciudad en los duros días de los temporales de invierno, llevando ayuda a los afectados.
Fue además un activo dirigente vecinal. Presidió el Club de Caza y Pesca y, por supuesto, se mantuvo ligado al Ñublense. Junto a otros amigos dio vida al recordado “Club de los Juervinos”, grupo de ciudadanos que se reunía cada primer jueves de cada mes y que, además de su actividad social, desarrolló iniciativas solidarias con sectores necesitados. Un club amplio del que formaron parte personas de los más variados signos ideológicos y religiosos, entre ellos católicos, evangélicos, masones, ateos y hasta un sacerdote español.
Hasta que llegó el momento de su jubilación, Contreras había sido dirigente nacional de los trabajadores municipales en activo cumpliendo una encomiable gestión en beneficio de sus compañeros de todo el país. En 1961 concurrió junto a otros dirigentes sindicales del país al Congreso de la Federación Sindical Mundial, FSM, que se efectuó en Moscú, capital de la entonces Unión Soviética. Por supuesto, a ese importante evento, llevó consigo una completa muestra de la artesanía popular de greda negra de Quinchamalí que hoy aún puede ser vista en el Museo de Arte Contemporáneo de Moscú. La delegación chilena departió con importantes líderes latinoamericanos y europeos incluido un encuentro especial con el entonces presidente de la URSS, Nikita Kruschev.
Durante este viaje los representantes sindicales visitaron otros países. Entre ellos la España de entonces que se encontraba bajo el duro régimen franquista, lo que no fue obstáculo para que nuestro coterráneo llegara hasta el País Vasco para saludar al cura Benjamín Fillol, su ex compañero del “Club de los Juervinos”. Esa visita le costó un mal rato con la Guardia Civil española, pero ambos amigos pudieron durante algunas horas soñar con los días felices de Pinto y de Chillán.
Eduardo Contreras Riquelme reside desde hace años en Santiago, tiene hoy 88 años de edad y es padre del conocido abogado de derechos humanos, Eduardo Contreras Mella, quien fuera Alcalde y Diputado por Chillán, y abuelo del ingeniero y economista de igual nombre, quien se desempeña como profesor de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Chile luego de su post grado en la ESADE de Barcelona, España. No ha perdido contacto con nuestra ciudad en donde viaja cada vez que su salud se lo permite y en donde tiene numerosos familiares.