mayo 02, 2006

habemus obispo

Este fin de semana los católicos vivieron una ocasión más que especial. Y es que por tercera vez en la vida de nuestra ciudad un obispo decide ordenarse como tal en esta tierra y no en Santiago, como suele ocurrir en la mayoría de los casos, olvidando con esto que el sacerdote vivirá un largo tiempo en la ciudad a la cual es destinado por el Papa.

Este no es un hecho menor, ya que con este sencillo gesto, monseñor Carlos Pellegrin demostraba un verdadero compromiso para con la provincia. Durante 24 años, los chillanejos nos mantuvimos casi al margen de las proyecciones para la Iglesia Católica. No queremos hablar de falta de consideración, pero siempre sentimos que esa instancia estaba un tanto alejada de la gente común considerando que los tiempos han cambiado y pensando en que las políticas de Iglesia deben ir destinadas a un rumbo distinto.

Su estadía de casi diez años en Ghana, sus 47 años de edad y su misión apostólica como director del Colegio Verbo Divino son factores que lo hacen cumplir con todos estos requisitos, con lo que verdaderamente se hará de la Iglesia una instancia más accesible en la ciudad.

La ceremonia tuvo tres momentos. El principal fue en la Casa del Deporte, hasta donde llegaron más de tres mil personas para presenciar el desfile de los obispos venidos de diferentes ciudades de Chile, además del nuncio apostólico, Aldo Cavalli; y del arzobispo de Santiago, monseñor Francisco Javier Errázuriz.

Ya ordenado obispo de la Diócesis de San Bartolomé, un Carlos Pellegrin emocionado se saltó de todo protocolo cuando decidió acercarse hasta la tribuna y abrazar a sus padres, quienes no dejaban de llorar. Detrás de él, varios sacerdotes cuidaban sigilosamente cada paso que daba.

Ya en su procesión hasta la Catedral se sentía algo distinto en el aire. Y una vez en la máxima iglesia chillaneja, descubrió su escudo sacerdotal, que se supone, todo obispo tiene, pero del que muy poco conocimos en la gestión anterior. El escudo quedó justo debajo de la cruz contemplativa de Jesucristo crucificado.

El tercer momento, ya un poco más relajado, se vivió en el Colegio Técnico Padre A. Hurtado en donde monseñor Pellegrin se dio un tiempo para estar con la prensa y responder a todas sus inquietudes. En ese momento se comprometió a desarrollar un concepto distinto de Iglesia, acercándose a los habitantes de esta zona y llevando la palabra de Dios a cada uno de los rincones de Ñuble.

3 comentarios:

Pilar dijo...

Este blogestá cada día más interesante. Espero crezca en contenido y visitantes. Felicitaciones a todos los que lo componen.
Saludos cordiales desde Chillán Viejo.-

Alvaro Pendola dijo...

Me parece muy bien el cambio de obispo en Chillán, pueda ser que ahora, con alguien así de carismático y cercano a la gente, como lo demostró abrazando a sus padres, algunas personas que se alejaron de la iglesia por administraciones anteriores, vuelvan a vivir, lo que realmente sienten.
Saludos.

Unknown dijo...

Wena kon Nos, bacan esto de lo bloger es una opurtunidad para interactuar con la gente y saber su opinion, asi ke felicitaciones.

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