marzo 10, 2007

Algo huele mal

No deja de ser extraño que luego de dos horas de puestas a la venta las entradas del partido entre Ñublense y Colo Colo se hayan agotado las once mil disponibles para el público. Veamos, si necesitáramos 2 minutos por atención de cada una de las personas y si éstas compraran un promedio de cinco entradas, en una hora una boletería es capaz de atender a 30 personas haciendo un promedio de venta de ciento cincuenta entradas. Si consideramos que en el estadio habían 2 boleterías abiertas y en la casa del deporte otras dos, entonces en una hora las 4 boleterías deberían vender un máximo promedio de seiscientas entradas, es decir, para vender seis mil entradas se necesitaría 10 horas. Doblemos las cifras, si tuviéramos 8 boleterías podríamos vender las mismas seis mil entradas en 5 horas. Con 16 boleterías venderíamos en 2,5 horas, recién acercándonos a los tiempos oficiales de venta. Y si además consideramos que la cantidad de entradas que supuestamente se pusieron a la venta, once mil, dobla la cifra de nuestro cálculo es prácticamente imposible que se hayan agotado tan rápido. Lo único que nos queda es suponer que se pusieron a la venta a público una cifra considerablemente menor a las once mil entradas.

El cálculo matemático es inobjetable, entonces están pasando dos cosas, o acá los dirigentes están vendiendo o entregando las entradas bajo manga a amigos, familiares o instituciones, o hay definitivamente una falta de operatividad negligente en la administración y venta de entradas. En cualquiera de los caso los perjudicados somos nosotros, los hinchas.

Señores dirigente, alguien debe explicar esta situación anómala, lo exigimos como medio de comunicación, como personas honestas y como hinchas. Esta es su tribuna para la discusión del tema.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¿alguien sabe cuantas son las entradas que se entregan a instituciones? ¿a cuantas instituciones? ¿es habitual o esporádico?.

Anónimo dijo...

Es verdad, el viernes por la tarde varias personas pudieron adquirir sus boletos cuando ya se suponía que no quedaban tickets para la venta. Más que sospechoso.

Natho47 dijo...

Huele a podrido.

Alvaro Pendola dijo...

Algo no huele bien, tienen toda la razón, pero lo más raro es ver escrito “halgo con h”.