noviembre 23, 2006

Algo huele mal

Desde hace más de dos años se venía tratando el tema de la instalación de una planta de celulosa. Voces a favor y en contra no se hicieron esperar y a pesar de los intentos de varias organizaciones medioambientales por frenar el comienzo, Celulosa Nueva Aldea comenzó hace más de un mes con una marcha blanca.

En varias oportunidades se ha discutido el tema de las consecuencias que traerá esta faena en la zona, sin embargo, las políticas, el lobby y las ansias de más puestos de trabajo para los habitantes de este sector terminaron con lo que estamos viendo hoy.

Luego de la puesta en marcha de la celulosa, los reclamos más importantes son las fuertes emanaciones que expira cada día la monumental construcción.

Fuera de eso, aún están por verse las consecuencias de la radiación sufrida por un grupo de trabajadores de la Empresa Echeverría Izquierdo (contratista de Celco) y lo que será la construcción de los riles que permitan eliminar los desechos en algún punto de la costas de nuestra región.

¿Vale la pena arriesgar tanto por más puestos de trabajo, desarrollo y producción?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

deseo hacer una aclaración.

En el artículo se señala que está por verse la "construcción de los riles"...

Los riles no se construyen, pues riles son los RESIDUIOS INDUSTRIALES LIQUIDOS.

En este caso, lo que se construiría son Plantas de Tratamiento de Riles, para disminuir la contaminación de estos líquidos y/o emisarios que luego transporten estos riles ya tratados mar adentro.

Anónimo dijo...

Nos parece válida la pregunta, pero inevitable la expansión, tanto como la contaminación que por algún lado escapará.